Técnicas narrativas "Doña Barbara"
Las técnicas usadas en la
obra de Rómulo Gallegos destacan sobre todo por ser técnicas simples pero a la
vez bastante versátil a la hora de desarrollar la obra De antemano se aprecia
un contraste entre la barbarie y la civilización el cual es el eje central de
toda la obra, pasando por el tiempo que es bastante cronológico que tiene un
inicio, desarrollo, nudo y desenlace. No obstante también se centra en usar la
topografía para destacar el paisaje del Arauca “La llanura es bella y terrible a la vez; en
ella caben, holgadamente, hermosa vida y muerte atroz. Ésta acecha por todas
partes; pero allí nadie la teme. El Llano asusta; pero el miedo del Llano no
enfría el corazón; es caliente como el gran viento de su soleada inmensidad,
como la fiebre de sus esteros.” (Pág.36)
Con
el uso del narrador omnisciente hace introducir el diálogo y junto a este se destaca
el estilo directo, el estilo directo libre, el estilo indirecto, monólogo
interior, la hibridación genérica, introspección y el contraste, vayamos por
partes comencemos con el diálogo el cual está presente en casi toda la obra:
“Y
cuando los peones se dirigieron a la corraleja donde estaba el potro, detuvo a
Antonio y le dijo:
–Siento tener que participarte que yo he
decidido no continuar en Altamira. No me preguntes por qué.
–No te
lo pregunto, porque ya sé lo que te pasa, Carmelito –replicó Antonio–. Ni
tampoco te pido que no te vayas,” (Pág.37)
Seguidamente se puede ver el estilo directo
el cual puede llegar usar la palabra dijo como lo vemos en el ejemplo:
“Ella
quitó las monedas excedentes, pasando al ras de los bordes de la medida una
regla que al efecto usaba, y dijo: –Fíjese, ño. Así la quiero cuando me la
pague: descopetada de un solo toletazo.” (Pág.19)
De la misma forma una rama
de este estilo sería el estilo directo libre:
“Fueron
tres imágenes claras, precisas, en un relámpago de memoria, y Santos Luzardo
sacó esta conclusión que había de dar origen al cambio de los propósitos que lo
llevaban al Arauca” (Pág.5)
Se puede desde la misma
zona de estilo indirecto el cual estaca al momento en el que dice “Santos volvió”
“Santos
volvió la cabeza y descubrió al Brujeador,
reclinado al tronco del árbol y aparentemente dormido.”
(Pág.7)
También se aprecia el monólogo
interior que es propiamente cuando el protagonista habla consigo mismo o piensa
algo para sí mismo.
“Y
Santos pensó:
«Realmente, más que a las seducciones de la
famosa doña Bárbara, este infeliz ha sucumbido a la acción
embrutecedora
del desierto.»” (Pág.48)
De la misma forma aparece
la hibridación genérica en el cual el autor introduce dos tipos de géneros
narrativos la prosa y el verso.
“Les despejaron el caney, y el arpista rompió
el son:
Zamuros de la barrosa
del alcornocal de Abajo.
Ahora verán, señores,
al
diablo pasa trabajo.
Zamuros
de la barrosa
del
alcornocal del Frío.
Albricias
pido, señores,
que ya
Florentino es mío.” (Pág.99)
Seguidamente se aprecia la
introspección al momento en que Bárbara le sorprende por primera vez algo que
nunca antes había sentido
“Por primera vez había oído amenaza
semejante, y lo que más le encrespaba la cólera era que fuere precisamente
aquella ley suya, pagada con su dinero, lo que la obligase a otorgar cuando se
había propuesto negar. Estrujó rabiosamente la hoja del folleto, murmurando:
–¡Que este papel, este pedazo de papel que yo
puedo arrugar y volver trizas, tenga fuerza para obligarme a hacer lo que no me
da la gana!
Pero
estas rabiosas palabras, además de encono, expresaban también otra cosa: un
acontecimiento insólito, un respeto que doña Bárbara nunca había sentido.”
(Pág.68)
Pero si en algo se destaca
la obra es ese enfrentamiento de la barbarie contra la civilización se puede
decir que es un contraste que se da a lo largo de toda la novela por parte de
Santos hacia Bárbara o viceversa y de cómo el autor trata misma mente de hacer
una denuncia social para erradicar ese problema
“–Algún día será verdad. El progreso penetrará en la
llanura y la barbarie retrocederá vencida. Tal vez nosotros no alcanzaremos a
verlo; pero sangre nuestra palpitará en la emoción de quien lo vea.”(Pág.54)
muy buena
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