Estructura "Doña Barbara"

En la novela a simple vista se puede apreciar que esta dividida en 3 Partes las cuales carecen de titulo, la primera parte consta de 13 capítulos enumerados con números romanos que abarcan desde la pagina 4 hasta la 54 cada una con un titulo, en esta parte hace mención a la presentación de los personajes y comienza con la llegada de Santos a Altamira, la segunda parte es de la misma forma similar a la primera pues esta constituida por 13 capítulos con su respectivo nombre, pero en esta parte se centra sobre todo en tomar como personaje protagonista a Doña Bárbara, y los problemas que conciernen con la división de las tierras de Altamira y El miedo, abarca desde la pagina 61 hasta la 111, y finalmente la tercera parte esta constituida por 15 capítulos a su vez con su respectivo titulo, en esta se centra en el clímax y la resolución de los problemas que se presentan a lo largo de la obra, abarca desde la pagina 115 hasta la 158, por otra parte al ultimo se muestra 4 paginas de un  diccionario en la que se encuentran una lista de venezolanismos que son usados en la novela y que aclaran algunas palabras con su significado ya traducido.

Por otra parte dentro de la obra se aprecia una estructura normal y corriente de: inicio, nudo, clímax y desenlace.

El inicio comprende desde la llegada de Santos al Arauca, justo al momento en que pisa el suelo de la hacienda de Altamira en el capitulo IV “uno solo y mil caminos distintos” Parte 1 tras esto comienza la sucesión de los hechos contando el día a día de los peones de la hacienda y dejando ver como se empezaba a crear el enfrentamiento para abolir la barbarie en toda el Arauca pues Santos llega como el impulsor de la civilización dentro de toda la región con su idea de marcar os limites de las haciendas “El progreso penetrara en la llanura y la barbarie retrocederá vencida. Tal vez nosotros no alcanzaremos a verlo: pero sangre nuestra palpitara en la emoción de quien lo vea” (Pág. 54) durante el trascurso de la obra se presenta a los personajes y se va desarrollando un amor de parte de la máxima representante de la barbarie pues Doña Bárbara comienza a sentir un amor obsesivo hacia Santos, algo que el mismo no toma en gran importancia, a raíz de esto surge el nudo pues Doña Bárbara decide usar sus embrujos para tener el amor de Santos con el uso de brujería en un ovillo de medida. “–Aquí tiene lo que me encargó –dijo Juan Primito sacándose de la faltriquera el ovillo de cordel y poniéndoselo en la mesa–. Ni le falta ni le sobra un pelito.”(Pág. 112) esto llevo al enfrentamiento entre madre e hija, pues Marisela quería defender el amor que en el fondo tenia hacia Santos, “Era la primera vez que se encontraban frente a frente madre e hija desde que Lorenzo Barquero fue obligado a abandonar aquella casa.” (Pág. 112) tras este altercado continua con el clímax, este se da al momento en que Doña Bárbara cegada por su ira de derrota, quiso asesinar a su hija junto con Santos al enterarse de que se iban a casar pero, cuando los vio juntos , algo dentro de ella se lo impidió, fue como un rayo de luz en tanta oscuridad, algo que le llevo a recordar ese amor que una vez llego a sentir por Asdrúbal “Se quedó contemplando largo rato a la hija feliz, y aquella ansia de formas nuevas que tanto la había atormentado tomó cuerpo en una emoción maternal, desconocida para su corazón.

–Es tuyo. Que te haga feliz.

¡Por fin el amor de Asdrúbal, pura sombra errante a través del alma tenebrosa, se reposaba en un sentimiento noble!” (Pág. 156)

Tras esto continua el desenlace pues Doña Bárbara decide desaparecer del Arauca sin dejar rastro convirtiéndose así en una deidad, de la misma forma se soluciona el problema por el que es eje la novela pues Altamira vuelve a ser de nuevo lo que era antes pues Doña Bárbara deja en herencia su hacienda a su hija. ” Transcurre el tiempo prescrito por la ley para que Marisela pueda entrar en posesión de la herencia de la madre, de

quien no se han vuelto a tener noticias, y desaparece del Arauca el nombre de El Miedo y todo vuelve a ser Altamira.” (Pág. 158)